La higiene de la boca es importantísima para mantener en buen estado nuestra salud bucodental. Limpiarse correctamente los dientes después de cada comida, así como incidir en los espacios interdentales con la ayuda de determinados útiles es fundamental. El irrigador bucal se ha convertido en uno de esos útiles cada vez más demandados para mantener a raya la placa bacteriana. Te contamos sus características y cómo elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades.

Irrigador bucal: el utensilio ideal para complementar la higiene dental

Un irrigador dental es un instrumento de limpieza oral que basa su funcionamiento en un sencillo sistema de agua a presión. Su sistema de irrigación, propulsa un chorro de agua que elimina de forma muy eficiente la placa bacteriana. Es perfecto como complemento al cepillado de los dientes, ya que llega a zonas de difícil acceso donde el cepillo no alcanza. Estas zonas, inaccesibles para un cepillo convencional, son las bolsas periodontales y, sobre todo, la línea de las encías.

Este utensilio consta de un depósito para el agua, una bomba y una boquilla a través de la cual se aplica el chorro de agua a presión. Una característica importante con la que cuentan es que permite regular la intensidad del chorro. Es ideal para todo el mundo, pero en especial, está recomendado para personas con algún tipo de ortodoncia.

Existen tres tipos de irrigadores para según qué casos y ocasiones: sobremesa, portátil y sin motor. El de sobremesa está pensado para su uso en casa, ya que es más voluminoso, necesita recargarse eléctricamente y es el que cuenta con mayor número de complementos. El portátil es ideal para viajes o incluso para llevarlo al trabajo. Cuenta con una batería y es muy cómodo y práctico. El irrigador sin motor incluye diversos cabezales y se conecta directamente al grifo.

Ahora ya sabes lo que es un irrigador bucal y qué tipos existen. Es un complemento recomendable especialmente para aquellas personas con tratamientos ortodóncicos. Los puede usar todo el que quiera, pero es aconsejable hacerlo con mesura y no más de cinco minutos para no dañar las encías. Si necesitas asesoramiento al respecto, ¡cuenta con nosotros!

Un poco más de info sobre Irrigadores Bucales

Los irrigadores bucales son una excelente herramienta para complementar la higiene dental diaria. Los beneficios del irrigador dental incluyen una limpieza profunda y completa, especialmente en áreas difíciles de alcanzar. ¿Cómo funciona un irrigador dental? Utiliza un chorro de agua pulsante para eliminar la placa y los restos de comida. Para usar un irrigador dental, apunta el chorro en ángulo hacia las encías y mueve el dispositivo lentamente. Es bueno usar irrigador dental para prevenir enfermedades dentales. Si tienes implantes, el mejor irrigador dental para implantes es aquel que viene con una punta especial para implantes. Asegúrate de revisar las instrucciones de uso del irrigador dental para obtener resultados óptimos.

FAQs

¿Qué es un irrigador bucal y para qué sirve?

Un irrigador bucal es un dispositivo que utiliza un chorro de agua a presión para limpiar los espacios interdentales y la línea de las encías. Se utiliza para complementar el cepillado dental y mejorar la higiene bucal.

¿Cuándo se debe usar un irrigador dental?

Se puede utilizar para complementar el cepillado diario, especialmente en aquellas personas que presentan encías sensibles, portan aparatos dentales o tienen dificultades para el uso del hilo dental. Sin embargo, no debe ser considerado un reemplazo del cepillado dental.

¿Cómo se utiliza el irrigador bucal?

Se utiliza para limpiar los espacios interdentales y la línea de las encías. Se llena con agua y se apunta hacia los dientes y encías, creando un chorro de agua que elimina la placa y los restos de comida.

¿Cuántas veces al día se puede usar el irrigador dental?

Se recomienda utilizar el irrigador dental una vez al día, preferentemente después del cepillado dental. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones del fabricante y consultar con un dentista para determinar la frecuencia de uso adecuada para cada persona.